El próximo 20 de Enero de 2017 será investido Donald J. Trump como presidente de los Estados Unidos de América. El nuevo garante de la American way of life, es la nueva apuesta del Lobby WASP, hombres blancos anglosajones y protestantes para la presidencia de la Casa Blanca.

Durante toda la campaña ha hecho las gracias de ese sector conservador utilizado la agitación xenófoba y machista frente a los jóvenes, mujeres, latinos y afros. Resulta curioso indagar en la historia de este nuevo tirano, basta indagar un poco en su propia historia y desenmascarar al nuevo tirano que mientras pregona Racismo y odio su pasado familiar lo delata. Los Trump inmigrantes de un pequeño pueblo de Baviera llamado Kallstadt, en el que son conocidos sus habitantes como los “Fanfarrones”, llegaron a America, allá por 1885, coincidiendo con la fiebre del oro.

La propaganda Influye de forma decisiva en las campañas de crédito y descrédito sobre el candidato.

El Abuelo Trump emigró a EEUU dedicándose al alojamiento de los buscadores de oro, en una especie de hostales que ofrecían comida y mujeres. En 1905 con una abundante fortuna deciden volver a su patria, pero Alemania ya no aceptará su repatriación al no haber realizado el servició militar a su debido tiempo. Si en esos momentos EEUU hubiera aplicado una política de expulsión hacia los inmigrantes la familia Trump se hubiera encontrado en la situación de marchar ilegalmente a cualquier otro País. Curioso es que ahora llegue a presidente de la casa blanca este estrafalario personaje, celebridad televisiva, empresario, multimillonario, escritor (tiene en su haber una veintena de libros) de libros de cómo hacerse millonario, triunfar en la vida en la línea de decálogos del “Americam Dream”.

Desde 1789 en que fue investido Georges Washinton la presidencia de EEUU ha tenido 45 presidentes, nunca ha existido en la historia de las campañas ninguna tan absurda, grotesca, esperpéntica e insultante como la de Donald J. Trump.

No hay que ser muy hábil para ver como las corporaciones, los “lobbies” y los medios de comunicación ponen y quitan presidentes en todos los países del mundo. La propaganda Influye de forma decisiva en las campañas de crédito y descrédito sobre el candidato, que con su “imagen pública”, se moldea la opinión y la voluntad del afortunado del votante que ejerce su libertad de decidir cada cuatro años para después callar y obedecer lo legislado.

Cuando la nación más importante del mundo está gobernada por un ser que rompe la líneas rojas de los derechos humanos, y que afirma que aunque un día antes de la campaña matara a alguien seguiría siendo el mayor exponente a la presidencia, sólo podemos pensar que la ciudadanía sufre una “lobotomización” y que da lo mismo quién gobierne. El asunto no viene más que a evidenciar la tesis de que la Humanidad es un “peso muerto” para el Capitalismo. Es este sistema capitalista el que una vez más en su necesidad de renovarse va a explorar un nuevo escenario, el de un personaje ajeno a la política que mediante el espectáculo llega al Gobierno más Poderoso del mundo y el más influyente en la política internacional

El nuevo escenario político traspasa los límites del respeto a la ciudadanía de las Democracias occidentales. En las elecciones de Noviembre 2016 hemos visto que tras el descarte de Bernie Sanders como la opción menos mala, han quedado dos opciones: Clinton (Wall Street) y “el Showman Trump”, rico, machista, racista y aparentemente imprevisible. En definitiva es la decisión del sistema hacia un experimento insospechado de dominación mediante la política espectáculo. Estamos ante otra cara más del Capitalismo, si en los años 30 fue el fascismo lo que ofreció el sistema para fagocitarse, ahora nos ofrece otra más, ya iremos viendo hacia dónde deriva todo. De entrada Trump recoge el descontento a lo indefinido, el americano republicano quiere ser Rico, defiende poder criticar a las mujeres y los negros como un derecho de expresión y de libertad personal. El americano no se quiere aguantar nada de lo que piensa, tiene rabia y necesita expresarlo sin ningún análisis, sólo sabe que Trump es rico y quiere ser igual que él, tener esa mujer y decir lo que le dé la gana cuando quiera. Asistiremos sin lugar dudas, a numerosas “perlas” del señor Trump. Porque ante la pregunta, qué va a pasar a nivel social, sólo podemos imaginar que USA va seguir en la línea de recortes sociales como sucede en todo el mundo, pero eso sí, ahora estaremos todos entretenidos. El sistema ha decidido sustituir a los “desgastados políticos” por el “Payaso asesino”. La Designación de su Gabinete Gubernamental apunta a una declaración de intenciones muy próxima a los sectores más ultraliberales y necons en Europa.

Donal J.Trump es efectivamente el gran showman que da el salto a dirigir un país, pero ¿qué pasa en Europa? ¿Tenemos en Europa figuras de este tipo?

Existe sin duda una delicada línea que separa al futuro presidente norteamericano de algunos líderes de la ultraderecha Europea. Quizás el más parecido sea el Italiano de Beppe Grillo, que sin declararse ni de izquierdas, ni de derechas pacto con el UKIP del Reino Unido para votar en el parlamento europeo leyes. Pero en Europa existe un rebrote del Fascismo clásico como es el caso de Marine Le Pen en Francia, Toni Brunner en Suiza, Siv Jensen en Noruega, Strache o Norbert Hofer en Austria, pero también los hay en Hungría (Gábor Vona), Holanda (Geert Wilders), Dinamarca (Kristian Thulesen), Suecia (Björn Söder), Zeljko Reiner (Croacia), Eslovaquia, Italia (Gianluca Iannone), Alemanía (Frauke Petry), Timo Soini (Finlandia) y Grecia (Amanecer Dorado, Nikos Michaloliakos). Todos ellos, incluido el presidente electo Trump tienen en común el discurso Racista y el autoritarismo.

Otro detalle que nos alumbra el futuro ha sido la respuesta del próximo presidente americano ante la muerte de Castro. Sus declaraciones podían haber sido rubricadas por cualquiera de los anteriores líderes fascistas antes mencionados. Anunciar la ruptura de todos los acuerdos de Cuba con Obama nos despeja la duda de que Trump, no es sólo eso, no es únicamente “circo”. Hasta ahora este tipo de espectáculo ha estado dominado por equilibristas de la política, acróbatas que daban vueltas para confundir al personal (cual gatopardo), presentadores con una oratoria que encandilaban y hasta guapos apuestos bailarines. Ahora es el tiempo de los “payasos”, en el peor sentido de la palabra y que nada tienen que ver con esa noble profesión; espectáculo televisivo que juega al despiste pero que esconde un discurso muy peligroso que puede encontrar aliado en esa extrema derecha europea.

En los próximos meses, y posiblemente antes de que lo esperemos, se nos despejaran las dudas de quién es Trump y cómo va a influir a partir de ahora EEUU en la Geopolítica mundial. Tal y como comienza este artículo, está muy claro que el capitalismo ha dejado a la humanidad medianamente a la deriva. Este “nuevo” tipo de Gobernantes no está ahí para gestionar nada, sino más bien para entretener e ir respondiendo a las necesidades que vayan surgiendo en los mercados financieros, aunque el fin no justifique los medios o aunque el fin justifique el odio, la muerte o el sufrimiento de la humanidad.

La realidad es que hoy para el capital sobran personas, no nos necesita para producir al 80% y de las personas del planeta, pero aún más, tampoco nos necesita para consumir es el fin del trabajador-consumidor. Los excedentes de producción que provocan que el cierre del sector productivo se haya trasladado a lugares como oriente donde la desregulación laboral y ambiental es total. En países como Bangladesh, Camboya, india, China…. El capitalismo va a demanda no tienen que rendir cuentas si paran la producción, cierran o abren fábricas, si despiden, sencillamente no hay contratos laborales dominando lo que en España hemos conocido siempre como el Jornalerismo, formas muy cercanas de esclavitud.

Como consumidores hemos empezado a dejar de ser también importantes, el capitalismo se ha desarrollado en círculos de consumo, la polarización social que ha arrasado la clase media configura un mundo con una minoría Rica y una mayoría muy Pobre. El empobrecimiento de la mayoría puede que nuestra capacidad de consumo no sea tan interesante como la de abastecer a multimillonarios que además van a influir en perpetuar el sistema. Hay que pensar que ese círculo de millonarios, tipo Trump, hacen un gasto mayor que muchos países y son la clientela a conservar. El resto los votantes seguirán entretenidos en el “circo político” esperando su oportunidad de medirse con otro candidato “al payaso de Turno”.

En este estado de cosas, es como la humanidad camina hacia no se sabe dónde y es en esta situación cuando hay que preguntarse: ¿para qué sirven las Democracias representativas? ¿Qué sentido tiene la política hoy? ¿Qué capacidad tiene un partido político en influir ésta situación? ¿Hasta qué punto los gobiernos son el Poder?….y en definitiva ¿Quién manda en el mundo?

En Europa existe un rebrote del Fascismo clásico como es el caso de Marine Le Pen en Francia, Toni Brunner en Suiza, Siv Jensen en Noruega, Strache o Norbert Hofer en Austria, pero también los hay en Hungría (Gábor Vona), Holanda (Geert Wilders), Dinamarca (Kristian Thulesen), Suecia (Björn Söder), Zeljko Reiner (Croacia), Eslovaquia, Italia (Gianluca Iannone), Alemanía (Frauke Petry), Timo Soini (Finlandia) y Grecia (Amanecer Dorado, Nikos Michaloliakos).

Quizás es momento que retomemos nuevas o antiguas formas de lucha y de organización social bajo ideales de justicia social, apoyo mutuo, autogestión y de solidaridad.

Si la lógica nos acompaña todas las respuestas irán en el sentido que hasta ahora la política pudo ser una forma de lucha, en estos momentos ya está claro que no es. Quizás es momento que retomemos nuevas o antiguas formas de lucha y de organización social bajo ideales de justicia social, apoyo mutuo, autogestión y de solidaridad donde las decisiones sean horizontales. Quizás sea el momento del abandono del sujeto político, que ese peso muerto que habla este artículo abandone el sistema para construir otro y esperando que las ideas anarquistas y las formas organizativas del anarcosindicalismo sean un referente al que aspire esta humanidad. Lo que se percibe en el horizonte tiene un cariz muy peligroso.

El 10 de diciembre de 1948, después de una Guerra Mundial de 50 millones de muertos se firmó en París, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que no se le olvide a la humanidad sus 30 artículos y por qué se escribió.

José María Sánchez.
Militante de la CNT-AIT y Licenciado
En Historia por la Universidad de Barcelona.