Ilustración: Sakero

Construyamos nuestro propio plan

Por supuesto de nada sirve decir lo mal que está todo, y nuestra tarea como personas involucradas debe ser el transformar la situación actual. Solo se transforma lo que se sustituye, y para sustituir debemos tener un modelo alternativo y viable. Aquí es donde entra la necesidad de organizarnos.

Organizarnos en torno a unos objetivos y dotarnos de unas estrategias para conseguirlos, de lo contrario nuestras fuerzas organizativas estarían siempre a la reacción de los sucesos, en lugar de crear nuestra propia agenda y nuestro propio horizonte. Además de organizarse “para” hay que empezar a organizarse “cómo”.

El objetivo final sería la superación del capitalismo y con ello la socialización de la enseñanza.

Como se ha mencionado antes el objetivo final sería la superación del capitalismo y con ello la socialización de la enseñanza. Este horizonte a día de hoy no tenemos capacidad para definirlo mas que a grandes rasgos, pero se puede entender que en una sociedad donde las necesidades básicas son suministradas de forma colectiva y universal, la enseñanza probablemente no estaría tan reglamentada y sería un proceso continuado a lo largo de la vida, combinando ámbitos más formales y técnicos, con espacios más laxos y heterogéneos. Lo que está claro es que sería una enseñanza orientada a satisfacer las demandas sociales, demandas que serían determinadas de una forma democrática y colectiva.

Quizás hoy la verdadera incógnita es qué estrategia seguimos y qué objetivos estratégicos nos marcamos. Un objetivo estratégico es aquel que te permite avanzar a un fin declarado. Hoy existen demandas fuerza que son estratégicas, como la gratuidad o la universalidad de la eduación superior, y también demandas más tácticas que permiten sumar a la estrategia (bibliotecas 24h, rebajas de precios, desprivatización de servicios, contratos laborales en vez de becas…). Al final de lo que se trata es de ir marcando objetivos que podamos materializar mediante la acción colectiva, de cara a acumular fuerzas y experiencias que nos permitan avanzar en nuestros objetivos transformadores. De tal manera que a la par que avancemos políticamente, avance a la par el proyecto de transformación social.