Ilustración: Sakero

Construyendo contrapoder

Nuestra propuesta estratégica central será la Gestión Comunitaria, al definirlo como estrategia evidenciamos que no es un fin en si mismo, si no una propuesta, un camino, un plan sobre el que construir y luchar, entroncándolo con un proyecto revolucionario más amplio y global.

Podemos definir la Gestión Comunitaria como el proceso de generación de contrapoderes que dan pie a unas nuevas relaciones sociales en el interior de los centros. Es ante todo un proceso de organización, deliberación y acción colectiva. ¿Qué es un contrapoder? Un poder que se enfrenta a otro que es hegemónico. Esto es, una forma de organización frente a otra, una forma de organización que trata de influir sobre la segunda con el objetivo de fagocitarla. Esta forma de organización contrahegemónica no debe entenderse como un único ente, si no como un movimiento con diferentes actores pero con una estrategia compartida. Por eso importante dotar a las luchas cotidianas de un sentido político y un horizonte transformador.

El contrapoder a la par que presiona debe tratar de ganar terreno al poder establecido.

Para crear contrapoder no basta con denominarse como tal, la etiqueta se demuestra en la práctica, y en la práctica un contrapoder es una entidad capaz de conseguir objetivos mediante la movilización, estos objetivos estarán orientados a debilitar la capacidad de acción del poder dominante. Estas abstracciones se materializan de una forma muy sencilla: el objetivo de un contrapoder es impedir que el poder hegemónico pueda ejercerse, de tal manera que el contrapoder, aun estando organizado por fuera de las instituciones oficiales, es capaz de influirle, orientarlo y dinamitarlo. Esto sería algo así como el “para qué”, pero también es importante a la hora de definir contrapoder el cómo, el hecho transformador es el conseguir cambiar la realidad inmediata mediante fórmulas organizativas contrarias a las actuales, esto es de forma democrática, deliberativa y colectiva. El contrapoder a la par que presiona debe tratar de ganar terreno al poder establecido, esto es asumir de facto determinadas tareas cotidianas, que pueden ser desde la elaboración de programas de estudio cooperativos, la gestión de determinados servicios universitarios o la apertura de espacios de formación y socialización alternativos, de esta forma socializamos y democratizamos nuestro entorno.

Como se ha comentado antes, la Gestión Comunitaria no es cosa de una única entidad organizativa y como prceso de lucha que es en una realidad con diversidad de actores, la Gestión Comunitaria contempla la generación de estructuras propias de estudiantes, profesores o trabajadores. Esto no quiere decir que los distintos agentes corran por separado, si no que existirán estructuras que atiendan a las necesidades de cada uno y otras que atiendan a necesidades colectivas. Aquí es donde resaltamos la idea de un Centro de Estudiantes (una organización propia del estudiantado), donde ponemos en valor el sindicalismo o encuentros de profesores por renovaciones pedagógicas.

Por ello para empezar a constituirnos como contrapoder desde hoy tenemos que tener claro que queremos hacerlo y trabajar en ello, de poco servirán nuestras asambleas o asociaciones sin un proyecto que reivindicar, estaremos en las mismas, tratando de aguantar el chaparrón que nos cae, pero sin capacidad real de paliar la situación y llevar a cabo cambios estructurales. Por eso es primordial ponernos desde ya a constituir estas entidades que a la par que le van poniendo las cosas difíciles a los rectorados, tengan la intención de usurparle parcelas de poder, de gestión o de comunicación. Un Centro de Estudiantes, aliado con los sindicatos de trabajadores, apoyándose en los profesores movilizados y transmitiendo a la opinión pública nuestras intenciones podría hacer de efecto llamada.

Ilustración: Sakero

Aprender de lo existente

Para bajar estas ideas al terreno, más allá de hablar de posibles, nos gustaría hacer mención a algunos proyectos o hechos históricos que entendemos que entran dentro de lo que pretendemos comunicar con la Gestión Comunitaria.

En primer lugar nos gustaría hablar de TraBenCO, un colegio público de Leganés. ¿Qué tiene de especial trabenco? Bueno, pues que probablemente sea una de las pocas escuelas públicas democráticas y colectivas. Trabenco surge de las luchas vecinales por tener un colegio en el barrio, de ahí que se montara la cooperativa de trabajadores en los bajos de una vivienda y tras las luchas se consigue la titularidad pública y la construcción de un centro propio, donde hasta los propios vecinos participaron de la construcción. La seña de identidad es entender el colegio como una comunidad de aprendizaje colectivo, dentro del colegio existen diversas formas de toma de decisiones colectivas mediante asambleas abiertas.

http://www.trabenco.com/

La revolución de los pingüinos chilenos. Los secundarios chilenos en 2006 iniciaron el movimiento con la “toma” de colegios reclamando mejoras. Lo interesante de este movimiento es por un lado su masividad, su radicalidad democrática y su proyección nacional. El 90% de los colegios de Santiago se adhirieron a las movilizaciones. Este “pistoletazo de salida” ha permitido articular un movimiento estudiantil chileno que es en la actualidad el principal movimiento social del país, las Federaciones de Estudiantes funcionan a modo de contrapoderes, están participando en la redacción de una nueva ley educativa sin dejar de lado la lucha colectiva y están tratando de revertir décadas de neoliberalismo y libertad de mercado en la enseñanza.

También queremos mencionar al Movimiento de Renovación Pedagógica. Una red de formación de profesores con vocación de transformación social desde la forma de enseñar. Su importancia reside en plantear una formación alternativa para el profesorado vinculado con las luchas sociales del momento, entendiendo que una nueva sociedad requiere de una forma de enseñar y aprender acorde a los valores de socialización, participación y democracia.

http://laeducacionquenosune.org/438/

El último ejemplo es quizás el más interesante, y a la par el más desconocido. Se trata del Taller Total, la mayor experiencia de autogestión en una facultad universitaria. El Total se desarrolló en los años 70 en la facultad de arquitectura de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y agrupo a centenares de estudiantes y profesores en una experiencia de aprendizaje colectivo e integral. Existen dos documentos que describen de una manera genial esta experiencia que tomamos como referente.

Documental https://www.youtube.com/watch?v=iBuphGLu7KE

La experiencia del Taller Total
https://comisionautogestionfilo.files.wordpress.com/2010/11/tteditado1.pdf